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Los hongos medicinales como el Reishi, el Coriolus, el Maitake, el Agaricus, el Cordyceps y el Chaga son conocidos por su rica composición de compuestos bioactivos, especialmente polisacáridos, entre los que destacan los betaglucanos .
Estas sustancias tienen la capacidad única no sólo de estimular el sistema inmunitario, sino también, a la inversa, de amortiguar su hiperactividad. Esto puede ser de gran utilidad en enfermedades autoinmunes y alergias.
El siguiente artículo explicará en detalle los mecanismos por los que los hongos medicinales afectan al sistema inmunitario y cómo ayudan a mantener un equilibrio entre su activación y la supresión deseada.
A veces se afirma en Internet que los hongos medicinales son buenos para estimular el sistema inmunitario cuando está debilitado, pero que no deben utilizarse para las reacciones autoinmunitarias, ya que empeorarán la enfermedad. Esta afirmación se basa en un malentendido de la situación. No sólo la práctica clínica, sino también una serie de estudios confirman que los hongos medicinales no sólo pueden estimular la inmunidad, sino también amortiguarla cuando su reacción es inadecuada e indeseable. Es esta capacidad de los hongos la que se utiliza en alergias y reacciones autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus, la tiroiditis autoinmune, etc.
Sí, hay muchos mecanismos que la ciencia actual puede describir claramente, pero en nuestra opinión todavía hay muchos mecanismos de acción de los hongos medicinales que aún no han sido descritos por la ciencia.
Los polisacáridos, en particular los betaglucanos, interesan a los científicos por su capacidad de influir en distintos tipos de células inmunitarias. Estas sustancias se unen a las moléculas superficiales de células inmunitarias como macrófagos y neutrófilos, mejorando su capacidad para engullir y destruir patógenos.
Al mismo tiempo, estimulan la producción de citocinas que activan otros componentes del sistema inmunitario, incluidos los linfocitos B, que producen anticuerpos. Esto no sólo aumenta las defensas del organismo contra las infecciones, sino que también favorece la memoria inmunitaria a largo plazo.
Los estudios demuestran que añadir betaglucanos a las vacunas puede potenciar la respuesta inmunitaria y aumentar la eficacia de las vacunas. Esto es especialmente crucial para las personas con inmunidad debilitada, como los niños o los ancianos.
Una de las propiedades más interesantes de los betaglucanos es su capacidad para amortiguar la hiperactividad del sistema inmunitario. De este modo, los hongos medicinales pueden ayudar a acabar con la inflamación, que es crucial en las enfermedades autoinmunes y las alergias, en las que el organismo reacciona de forma exagerada ante estímulos inofensivos o incluso ante sus propios tejidos.
La inflamación es la respuesta defensiva natural del organismo, necesaria para combatir las infecciones y para la cicatrización de los tejidos. Sin embargo, el problema surge cuando la inflamación es demasiado fuerte o prolongada, lo que puede provocar daños en los tejidos. Los betaglucanos pueden modular la respuesta inmunitaria para evitar una inflamación excesiva. Este efecto puede observarse, por ejemplo, en la colitis ulcerosa, en la que la inflamación intestinal se calma y la mucosa cicatriza.
Enfermedades autoinmunes
En las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus, el sistema inmunitario se vuelve contra sus propios tejidos. Los betaglucanos desempeñan un papel clave al estimular la producción de factores antiinflamatorios como la IL-10 y el TGF-β, que suprimen la actividad de las células y citoquinas proinflamatorias. Esto reduce la producción de autoanticuerpos y atenúa la respuesta inflamatoria.
Un ensayo clínico demostró que la adición de betaglucanos al tratamiento de pacientes con enfermedades autoinmunes provocaba una reducción de los marcadores inflamatorios y mejoraba el estado general de salud.
Alergias y asma
Las setas tienen efectos medicinales igualmente positivos en enfermedades alérgicas como el asma o la rinitis alérgica. En las alergias, se produce una activación excesiva de células inmunitarias como los mastocitos y los basófilos, que producen anticuerpos IgE. Los betaglucanos pueden regular esta reacción, aliviando así síntomas como la dificultad respiratoria o la rinitis crónica.
Los niños con asma que recibieron suplementos de betaglucanos mostraron una mejora de los síntomas y un aumento de la inmunidad general.
Influencia del estrés oxidativo
El estrés oxidativo es otro factor que puede desencadenar y mantener respuestas inflamatorias. Los betaglucanos, gracias a sus propiedades antioxidantes, pueden reducir el nivel de radicales libres en el organismo, evitando así que las células inmunitarias se activen más de lo necesario.
Microbioma intestinal e inmunidad
Los hongos medicinales también tienen un efecto positivo en el microbioma intestinal, que es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Los polisacáridos, incluidos los betaglucanos, sirven de alimento a las bacterias intestinales beneficiosas, que a su vez producen sustancias que favorecen las reacciones antiinflamatorias. Por lo tanto, un equilibrio adecuado del microbioma es esencial no sólo para la salud intestinal, sino también para la respuesta inmunitaria general.
Los hongos medicinales, ricos en betaglucanos, son una herramienta excelente para modular el sistema inmunitario. Su capacidad para estimular las células inmunitarias a la vez que amortiguan las reacciones inmunitarias exageradas hace de estos hongos un suplemento dietético muy versátil. Ya sea para mejorar la inmunidad contra las infecciones o para reducir la inflamación en enfermedades autoinmunes y alérgicas, hongos como el Reishi, el Coriolus, el Maitake, el Agaricus, el Cordyceps y el Chaga aportan muchos beneficios.
Si busca una forma de reforzar su sistema inmunitario de forma natural, las setas medicinales con betaglucanos son una gran elección, confirmada por numerosos estudios. Es importante que los hongos contengan verdaderos betaglucanos; véase, por ejemplo, la gama PRO de MycoMedica.